Con las continuas subidas de la luz y el frío ya cercano conviene poner en práctica algunos trucos que ayudan a reducir el consumo y ahorrar varios euros en la factura final.
1º. Contratar la potencia que se precise:
Hay que tener en cuenta el tamaño de la vivienda, el número de personas que viven en ella y si cuenta con calefacción. Tener más potencia contratada subirá el recibo mensual innecesariamente.
2º. La potencia de la nevera:
El frigorífico trabaja de forma más eficiente cuando está al 75% de su capacidad. Si se encuentra medio vacío, hay que llenarlo con botellas de agua pues así funcionará mucho mejor y consumirá menos.
3º. Aislar la vivienda:
Además de poner burletes en las ventanas y en las puertas, hay que aislar los muros de la casa con lana mineral y se ahorrará un 50% en la factura.
4º. En la cocina:
Recomiendo usar ollas y sartenes de diámetro superior a la placa y cubrirlas con tapas para evitar que se pierda calor, así se logrará una cocción más rápida y un ahorro de casi el 50 % en el consumo de electricidad.
5º. Regular la temperatura:
Se debe mantener una temperatura constante en la casa. Para ello, se tiene que instalar un cronotermostato que gestione de forma automática el encendido y apagado de la caldera.
6º. Reguladores de luz o temporizadores:
Se pueden instalar reguladores de luz o temporizadores en pasillos, escaleras o lugares de paso. Se gastará la mitad.
7º. Los electrodomésticos:
Se debe apostar por electrodomésticos con eco etiqueta. Se tiene que elegir un aparato de clase A ya que consume tres veces menos que uno de clase G.
8º. Eficiencia energética del edificio:
Si uno se va a comprar una casa nueva debe exigir la etiqueta de eficiencia energética. Un edificio de clase A supone un ahorro del 905; uno de clase B, dl 70%; y de clase C, del 35%.
Foto vía Blog del Ferreter