Vamos a conocer todos los secretos para adquirir la tapicería más adecuada, calcular los metros de tela que necesitamos y ahorrar, combinar estampados y qué hacer para mantenerla como nueva el mayor tiempo posible.
1º. La tela:
Las telas tapiceras son las que ofrece una mayor resistencia al desgaste. El test Martindale (en ciclos) las clasifica. Si tienen 16.000 ciclos o más son tapicerías de poco trote. A partir de 20.000, bastante resistentes, y si tienen 80.000 o más, muy resistentes.
2º. El ancho:
Para una pieza, lo habitual es comprar teja de 140 centímetros de ancho, las hay también de 150-160 centímetros. Pero si la vas a usar para tapizar y hacer cortinas a juego, mejor de 280 centímetros, te resultará más económico.
3º. La cantidad:
Para tapizar una silla normal se necesitan entre 60-70 centímetros; una butaca de tres a siete metros (según tamaño); un sofá de dos plazas, unos 12-14 metros, y si es de tres plazas, 13-16 metros.
4º. Los colores:
Si la habitación es pequeña o con poca luz se deben poner tonos claros: crudos, blancos, amarillos, etc. Hay que dejar los otros para las habitaciones grandes y luminosas.
5º. Las fundas:
Las fundas son ideales para cambiar la imagen de un mueble. Se puede usar una fresca para el verano y otras más calidas para el invierno. Recomiendo elegirlas lavables y con mezcla de poliéster, son más resistentes y no encogen.
6º. Aguantar al trote:
Hay telas con tratamientos de fábrica que evitan que la grasa y los líquidos penetren por lo que no se manchan; basta pasar un paño húmedo para eliminarlos.
7º. Los estampados:
Las rayas estilizan y van muy bien con las flores. Si las engamas en un color puedes mezclar hasta tres estampados en una habitación, pero mejor matízalos introduciendo alguna que sea lisa, así evitarás que el ambiente quede saturado.
8º. La composición:
De cara al invierno las más cálidas son las panas, chenillas y terciopelos. Para el verano resultan más fresquitas las lonetas de algodón o con mezcla de poliéster, yutes, linos, …
Foto vía Guía DKN
