Aunque tenga muchos años o esté  dañado, un suelo de parqué o tarima puede volver a parecer nuevo con una serie de cuidados y consejos. Se puede alargar la vida del suelo de madera.

En primer lugar, hay que acuchillar y reparar. Al acuchillar se elimina el barniz, las manchas, los rayones, etc. Cuanto más hayan penetrado, más profundo hay que lijar.

Además, si hay tablillas en mal estado, se tendrán que cambiar. También hay que eliminar las grietas producidas por la dilatación y contracción natural del suelo.

Después de lijar, sólo queda barnizar. O aprovechar para cambiar el color con pinturas o tintes al agua. Se trata de un trabajo complicado debido a que las vetas dificultan que queda uniforme. Si decides pintar, primero debes aplicar una imprimación especial para madera y lija; finalmente, se da una pintura de poliuretano.

En cuanto al barniz, recomiendo usar el más resistente a los rayones, al sol, etc., es decir, el barniz al agua. No deja olor y no cambia el color de la madera, pero es el más caro. El más económico es el barniz de ureaformol, más como tiene poros es muy delicado.

Asimismo,  hay una serie de trucos para alargar la vida al suelo de madera. Hay que mantener una temperatura y una humedad constantes: entre el 21 y 23 grados centígrados y del 5 al 10% de humedad. Para ello, se usan humificadores y se vigila tanto la calefacción como el aire acondicionado.

Asimismo, se debe pasar el aspirador de forma regular, y limpiar el suelo con una mopa de fibra para eliminar el polvo y la arenilla. El felpudo en la entrada sigue siendo muy útil.

Finalmente, hay que recordar que la madera no se friega con la fregona; y mucho menos con un chorrito de vinagre diluido en agua. Se deben usar limpiadoras específicos que no lleven silicona. Por último, hay que poner protectores en las patas de los muebles y cerrar las cortinas para evitar que el sol lo decolore.

Foto vía Decorar Casas

1 Comentario

  1. Estamos leyendo el articulo «Salvar tu viejo suelo de madera», la verdad que nos parecía muy correcto hasta que hemos llegado al último párrafo donde se dice que no se debe utilizar la fregona, pues debemos decir que esto es un error, ya que es cierto que hay que utilizarla con cuidado y pasandola muy escurrida, pero no es malo utilizarla ya que al estar escurrida y hacer uso de vez en cuando le daremos el poquito de humedad que necesitan los suelos de madera para no abrirse como se explica donde se habla de los humidificadores, que se deben usar pero sólo en las zonas secas, ya que en las zonas de costa la humedad es suficientemente alta como para no utilizarlos.

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