Se puede lograr un nuevo aire en la cocina sin realizar grandes obras y sin gastar mucho dinerol. Tan sólo se precisa una brocha y ponerse manos a la obra. A través del color se pude cambiar bastante una cocina.
Para acertar con el color, hay que probar varias tonalidades en la misma pared y obsérvarlas a varias horas del día, así como con luz artificial. Así, se podrá escoger con criterio el color deseado.
Además, hay que elegir el tipo de pintura en función de la habitación. En este caso, como es una cocina la que se va a pintar, se debe optar por una pintura antihumedad.
Por otra parte, si se usan tonos llamativos, se debe escogere un mobiliario en colores neutros (blanco, roble, pino, etc.) para no recargar mucho el ambiente.
Si se busca una cocina que brille mucho, el secreto es mezclar colores vibrantes y que no chirríen, se trata de que se complementan de forma adecuada y no sea muy cantoso. Por ejemplo, rosas y naranjas crean un ambiente refrescante y muy original en la cocina; es un acierto seguro. Otras combinaciones pueden producir el efecto contrario.
Por otro lado, se puede realzar la campana de la cocina. Se puede dar protagonismo a un modelo de campana pintando la mitad superior de la pared con un atrevido color como, por ejemmplo, un naranja butano.
En las cocinas suele haber pilares de carga. Pues bien, un pilar de carga puede tener utilidad e incluso hasta gracia si se cubre con pintura de pizarra que es muy práctica y limpia. Asimismo, servirá para apuntar notas y para los niños se usará para potenciar su vena artística.
En reumen el color es clave en una cocina. A través de la utilización de un color u otro, se puede cambiar radicalmente el aspecto de una cocina.
Foto vía Decoración 2.0