Cad vez más, la cocina es el auténtico corazón de una casa y uno de los espacios más personales para decorar. La cocina tiene que ser funcional, pero especialmente acogedora y cómoda. Uno debe sentirse a gusto allí.
A continuación, os damos siete trucos para crear un ambiente cómodo y acogedoresr en la cocina y a la vez deleitar a los invitados.
1º. Iluminación
Resulta fundamental contar con una cocina bien iluminada, para ello hay tener claros cuáles son los puntos más relevantes donde se va a necesitar la luz a lo largo del día. La luz da vida a esta estancia.
2º. Toque de color
La cocina es un sitio en el cual se tienden a usar colores neutros, nada arriesgados. Ciertamente una cocina en un color llamativo puede llegar a cansar, si bien introducir un poco de color otrogará un toque de brillantez al diseño.
3º. Patas decorativas para los muebles
En la mesa, sillas, en la isla para cocinar se pueden añadir un poco de sofisticación y exclusividad al diseño de la cocina. Generalmente, las patas más simples funcionan muy bien con las cocinas de estilo moderno, en tanto que aquellas con más detalles son una acierto en las cocinas más tradicionales y rústicas.
4º. Ménsulas decorativas para los estantes
Si en una cocina hay estanterías abiertas, se puede conseguir elegancia y modernidad con unas ménsulas que se adapten al diseño general de la estancia.
5º. Espacios de almacenamiento creativos
Personalizar dentro de lo posible los espacios de almacenamiento dará un toque de personalidad y originalidad al diseño de la cocina. Desde el cajón de los cubiertos y utensilios, hasta botelleros o espacio para los botes, las opciones son muy altas. La clave pasa por conjugar por creatividad y funcionalidad.
6º. Grifería
Los grifos permiten dar rienda suelta a la imaginación y estilo. Se puede ir desde la grifería más barroca hasta la más moderna funcional.
7º. Mezcla estilos
Hay que ser valiente para mezclar estilos. Bien sean estilos complementarios o totalmente opuestos, bien combinados otorgarán un toque de genialidad a la cocina.
Foto vía El Economista