Fácil y sin tener que gastar mucho dinero. Se trata de poner en marcha bricos supersencillos, que se hacen en nada de tiempo, con restos de pintura, papel o tela. No costarán casi nada y darán un nuevo toque a tu vivienda.
1º. Un remate de ganchillo:
Se puede hacer en un paño de cocina o en una pieza que se recorte de una toalla vieja previamente rematada. Se le cose una cadeneta con un resto de lana en cada extremo. Recomiendo usar un color que coordine y se conseguirá un paño nuevo.
Por otro lado, podemos usar un tarro de mermelada o de alguna conserva grande. Para hacer este volante se usan dos restos de de lana fina tipo perlé y una aguja de ganchillo fina. Se coloca en el tarro y así se conseguirá un bonito jarrón.
2º. Pintar una vitrina y unirla dos estanterías:
Se pueden juntar dos estanterías y una vitrima que estaban en otra habitación y así se logrará una composición modular de gran capacidad para la habitación de los niños. Para renovar la vitrina, se pinta la estrucutra con esmalte rojo, a juego con la tapicería de la silla, y se deja en blanco las baldas, coordinando con el resto.
3º. Restos de papel o tela:
Con restos de papel o tela que se tengan por casa, se puede empapelar los frentes de los cajones (hay que desatornillar previamente los tiradores) y la encimera. Una idea original.
4º. Una caja para la costura:
Se puede aprovechar cualquier estuche o caja de madera que se tengan sin utilizar por el hogar. En primer lugar, hay que lijarla para quitarla la antigua pintura o barniz. Luego, se limpia el polvo con un trapo de algodón. Si se tiene pintura selladora, conviente dársela; si no, directamente se aplica el esmalte. Despues, se lija y aplica otra mano. Por último, se da una capa de cera incolora.
Foto vía Labores de Mari Angeles
