Tela, pintura, azulejos, … No hay que tirar nada, por poco que haya sobrado. Se puede usar, darle un nueva utilidad y renovar la casa sin gastar nada de dinero. Original, barato y práctico. Para ellos, os dejo varias ideas.
1º. Una caja de azulejos que sobró al alicatar el cuarto de baño:
Se renovar con estos azulejos la cocina. Como no se tendrá para todo la pared, se ponen en las zonas más expuestas de la trasera como la placa o el fregadero. Quedará protegida y bonita.
2º. Unos retales de tela de un metro:
Si son de doble ancho (280 centímetros) seguro que dan para hacer unas cortinillas par las puertas de los armarios. Tras rematar los bordes, se cosen los dobladillos arriba y abajo y se mete un gusanillo. Se creará un alegre patchwork.
3º. Un vinílico con el que se decoró el armario:
Se venden en planchas, pero con las mariposas , muñecos … independientes, para que uno haga la composición que quiera. Si no se usaron todos, se pueden aprovechar y decorar también una pared o un mueble.
4º. Un rollo de papel que no se usó al empapelar:
Se puede forrar a juego la trasera de una vitrina que se vaya a poner en el mismo cuarto. Se cambiará su aspecto por completo y se integrará muy bien en la decoración. Encima, quedará de sobra para forrar los cajones por dentro.
5º. Restos de un tablero con el que se hizo una librería:
En ocasiones, comprar un tablero grande sale más económico. Pero sobra. Se puede aprovechar lo que sobra para hacer unas baldas para el dormitorio o la zona de estuido.
6º. Un paquete de lamas de madera que no se utilizó:
Se compraron de 240 centímetros para llegar hasta el techo y sobraron 10 lamas. Si se cortan por la mitad, se tendrá para hacer un zócalo en una de las paredes del cuarto de los niños.
Foto vía Arqhys