Cuando uno se pone hacer cualquier tarea relacionada con el bricolaje en casa siempre puede correr el riesgo de sufrir algún accidente. Una caída, un golpe, un corte o una intoxicación pueden arruinar un día de bricolaje.
En primer lugar, se debe vestir ropa cómoda y pegada al cuerpo. Así, se evitarán enganchones. Se recomienda que sea de algodón, pues las sintéticas arden fácil si les cae una chispa. Además, hay que quitarse collare y pulseras.
Si uno va a pintar o barnizar, tiene que mantener ventilaad la habitación. Pinturas, barnices o disolventes pueden ser tóxicos. Si incluso así el olor es muy fuerte, se tiene que usar una mascarilla.
También hay que tener cuidado con las herramientas eléctricas. Se deben revisar y deshacerse de las que no tengan empuñadur aislante ni dispositivo de bloqueo.
Si se hace de fontanero hay que ser precavido con los productos tóxicos y corrosivos como los desastacodores. Se recomienda protegerse las manos con guantes y los ojos con gafas. No hay que fumar mientras los manipulas ni los mezcles con lejía, amoníaco u otro desastacador; podrían reaccionar.
Ademá, ojo al hacer alguna soldadura con estaño: las lamparillas (soplete) pueden causar fuego. Si se va a soldar cerca de una pared o de madera, se tiene que proteger con una plancha de metal, un azulejo…
Por otro lado, cuando no se llegue al techo o a la lámpara, no hay que subirse a banquetas, taburetes o sillas pues son muy inestables; y menos aún si son plegables o si el asiento es de lona porque con tu propio peseo se puede romper.
Se debe usar una escalera; las de tijera son más seguras que las de único larugero, y dentor de ellas, las de peldaños sin inclinación, con un ancho mayor de ocho centímetros y distantes entre sí 30 o 35 centímetros. Se debe procurar que la plataforma superior tenga el ancho suficiente para que un cubo quede bien asentado.
Foto vía Habitissimo