El despacho es el lugar donde solemos pasar parte de nuestra jornada laboral, si tienes un trabajo de oficina te habrás dado cuenta que estar allí sentado durante ocho horas seguidas a veces se hace muy largo. Tanto si vas a una oficina todos los días o has montado en casa tu propio despacho, es recomendable seguir unas pautas de decoración para mejorar la funcionalidad y tu capacidad de rendimiento.
Parece mentira pero la decoración puede influenciarte mucho en tu día a día en el trabajo, la mala distribución, el orden e incluso los colores son capaces de ralentizar tu capacidad de concentración. Uno de los puntos más importantes en este sentido es el color, no solo de las paredes o los muebles, sino te todo lo que esté a tu alrededor en el despacho.
Lo mejor siempre es no arriesgar con los tonos neutros que te ayudan a encontrar un equilibrio en tu mente. Si tu trabajo es más creativo como periodista o diseñador gráfico tal vez puedas salirte de la línea cromática habitual y apostar por un naranja o verde; sin embargo para un trabajo de concentración lo mejor es el color blanco o el gris.
Puede parecer una tontería pero las plantas son capaces de dar mucha vitalidad y vida a un despacho apagado y triste. Aportan serenidad y bienestar al mismo tiempo que purifican el aire, por lo que respirarás con mejor calidad de oxigeno y darán un punto de color diferente y necesario para ese despacho.
Lo que se busca en la decoración de un despacho sobre todo es la funcionalidad y la comodidad en un lugar donde pasas tantas horas, para ello siempre tendrá que estar limpio y ordenado. Usa muebles de almacenaje, ten todo siempre a mano, hazte con una mesa o escritorio adecuado a tus necesidades de actuación y también compa una silla cómoda ya que pasarás allí la mayor parte del día.