Se pueden hacer una serie de cambios en nuestra vivienda con el objetivo de que no pierda valor ni sufra averías con el paso del tiempo. Con ello, conseguiremos revalorizar nuestro hogar.

1º. Poner el gas y la luz a punto:

Se debe revisar la instalación de electricidad. Si es anterior a 2003, se debe revisar. Se tendrán que hacer rozas y pintar. Otra idea que triunfa es quitar el contador de gas de la cocina y colocarlo en otro lugar para ganar espacio. Por otro lado,  si se cambia solamente el interior de los muebles (se suelen deteriorar por filtraciones de agua) y no las puertas, se ahorra un 60% .

2º. Tarima y cerramientos en forma:

Se pueden cambiar el aluminio y los cristales sencillos de las ventanas (no aíslan y crean humedades por condensación) por uno con rotura de puente térmico. Los perfiles curvos suben sobre 90%.

Además, se puede recuperar el suelo. Si el parqué está deslucido o arañado, basta con acuchillarlo para que parezca nuevo. Se debería hacer cada 10 años, y no más de dos o tres veces en total.

En cuanto a las pinturas de las paredes, hay que decidirse por los tonos claros y quitar el gotelé en el caso de que lo haya. Así, se dara mayor valor a la casa.

3º. Repasar la fontanería y acabar con la humedad:

Renovar la fontanería es imprescindible si las tubería de tu casa son de plomo (se suele dar en las viviendas antiguas): se oxidan y tienen pequeñas fugas. Se pueden cambiar por unas de polietileno.

Por otra parte, hay que apostar por un alicatado nuevo. El suelo se puso sobre el antiguo, de esta manera se ahorró parte del descombro. Además, se bajará el coste si se pinta en vez de alicatarlo todo.

Por último, en la bañera se puede poner una teleducha que tiene chorros de masaje y en la lavabos se ponen monomandos con reductor de caudal. Así se ahorrará agua.

Foto vía Mujer Activa

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