Si se tienen niños en el hogar no es lo mismo que si uno vive solo o en pareja. Por ello, conviene aplicar una serie de consejos decorativos para conseguir que la decoración tenga su lugar propia incluso con los niños en una vivienda.
1º. Apostar por el almacenamiento versátil:
Se debe tener un plan de limpieza de emergencia que precisa de muchas cajas de almacenamiento. Se recomienda tener siempre a mano cajas decoradas o de plástico para guardar todos los juguetes, lápices de colores, pinturas, libros, trastos, etc., de los niños, y sustituirlos por una agradable decoración que se pueda colocar rápidamente antes que lleguen las visitas.
2º. Usar tapicería fácilmente lavable:
Conviene tener sillas tapizadas suaves; solo hay que elegir un buen vinilo o cuero artificial para las bases de los asientos, para colocarlos después de las comidas.
También se pueden cubrir los asientos de uso diario con una tela lavable, y retirarla cuando no corra peligro de ser súbitamente “decorada” con lápices de colores por los niños.
3º. Incorporar telas de exterior en el interior:
Se pueden usar telas de exterior bajo techo en áreas de alto tráfico. Hay bellas imitaciones de cueros y piel de ante que son totalmente lavables. Quedan muy bien en las paredes, así como en los muebles.
Las telas de exterior son más resistentes pues están diseñadas para estar al aire libre. Al incorporarlas a la decoración interior, no solo se ganará en atractivo sino en tranquilidad pues suelen ser a prueba de las inclemencias del clima y los niños.
4º. Crear más espacio:
Hay que dar a los niños un montón de espacio en su habitación. Para ello, se puede colocar la cama contra la pared a lo largo. Con almohadas apiladas en la pared, servirá como un pequeño sofá, y no ocupará tanto espacio.
5º. Comprar antigüedades:
Las antigüedades pueden convivir con los niños en un hogar. No se debe prescindir de ellas sin más. Se trata de saber cuales usar y donde colocarlas. Los niños no arrasan con todo.
Foto vía La Urbana