Los dormitorios cumplen más de una función, no sólo sirven como lugar para dormir. Además, se pueden adaptar según las necesidades que precisemos en cada momento. No es lo mismo un dormitorio para niños, abuelos o una pareja.
1º. Dormitorio para niños:
Para que los niños duerman mejor recomiendo pintar las paredes del dormitorio con tonos blancos; crean un ambiente sereno que favorece el descanso. También resultan adecuados colores como el azul, el verde, el naranja, el amarillo y el rosa suave. Hay que evitar el rojo pues resulta demasiado excitante.
Para que los niños estudien mejor, sugiero usar los azules y los amarillos pues ayudan a concentrarse, además los verdes favorecen la lectura. Se debe huir de los intensos y brillantes.
A la hora de colocar las camas, no hay reglas absolutas. Se pueden colocar juntas o separadas, en literas o en el suelo, cara a la pared o la ventana. Lo que resulta positivo es que los niños compartan cuarto desde pequeño para acostumbrarse a respetar el espacio del otro.
2º. Dormitorio para abuelos:
Si necesitamos adaptar el dormitorio para los abuelos de la familia resulta clave que la habitación tenga bastante luz natural. Ello provocará que se les canse menos la vist y se sientan más animados. Si entra poco luz, recomiendo poner luces cálidas, no muy blancas.
Además, se puede crear un rincón luminoso para coser, leer, relajarse para nuestros abuelos. El tener un espacio propio es necesario en estas edades avanzadas. Asimismo, mejor colocar dos camas en vez de una, así los abuelos descansarán mucho mejor.
3º. Dormitorio para parejas:
De repente, necesitamos adaptar una habitación para acoger a nuestro hijo y su pareja. Para que tengan más independencia e intimidad hay que preparar un cuartoo donde tengan sitio para sus cosas, sus libros, su ordenador, su música, etc. Hay que conseguir que se sientan a gusto.
Foto vía Universo Decoración
