Si se quiere dar un aire moderno a un modelo clásico, solamente se tiene que descubrir su tono original y pintar unos simpáticos calcetines en las patas de la silla. Se trata de dar una nueva vida a una silla que apenas se usa o está apartada en un rincón.

Para ello necesitaremos los siguientes materiales: una silla estilo Thonet; decapante; lija suave; espátula; metro y lápiz; cinta de pintor; pintura al agua para madera; brocha; cera incolora; un paño y tapas de fieltro. Todo ello se puede comprar en tiendas especializadas sin necesidad de gastar mucho dinero.

En primer lugar, hay que lijar las partes curva de la silla hasta retirar completamente y de forma adecuada el barniz. Luego, se aplica decapante en las zonas planas y, después de esperar pacientemente unos minutos, se debe retirar el mismo con una espátula y, de nuevo, se tiene que lijar la zona con extrema suavidad. Se requiere paciencia o nos saldrá mal.

A renglón seguido, se tiene que medir la parte de las patas de la silla que se van a pintar y marcarlas con un lápiz claramente. Después, se debe pegar encima la cinta de pintor y aplicar la pintura seleccionada. Una vez esté bien seca, hay que retirar las cintas de cada una de las patas de la silla.

El siguiente hito pasa por aplicar la cera incolora con un paño limpio. Se debe pasar por toda la superficie de la silla dando pequeños y acertados toques. Se comienza con el asiento y se sigue luego con las patas y el respaldo de la silla.

Por último, hay que colocar en las patas de la silla unas tapas de fieltro. Además de decorarlas, su principal misión es proteger el suelo del hogar, sobre todo si es de parqué, y evitar los arañazos.

Foto vía Casa Diez

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