Tenemos una cómoda que ya no usamos y no sabemos que hacer con ella. Sin embargo, no está en mal estado para tirarla. Así que debemos buscar una solución práctica. Ya está. Podemos transformarla en un original mueble para el lavabo inspirado en los tocadores clásicos. Encima, si la cómoda tiene espejo, mejor que mejor, pues el lavabo quedara de matrícula.

Para ello necesitamos ponernos un rato a trabajar y precisaremos los siguientes materiales: un lavabo cuadrado exento y grifo monomando; un bote de barniz y pintura al agua; lana de acero; lija especial para madera, una brocha mediana; y pomos cerámicos en forma de flor. Ya sólo queda ponerse manos a la obra hasta lograr que de la cómoda salgo un bello lavabo tocador.

Vamos con la tarea. Un poco de paciencia y maña, y tendremos listo nuestro mueble de baño exclusivo. En primer lugar, hay que lijar toda la superficie de la cómoda para eliminar el barniz viejo; hay que dedicarle el tiempo necesario hasta que quede perfecto. A renglón seguido, cogemos un paño humedo con el fin de retirar el polvillo resultante y cualquier suciedad acumulada.

Una vez hecho esto, debemos aplicar con una brocha mediana una capa de pintura verde (yo he escogido este color, podéis usar cualquier otro color según vuestro gusto) y, cuando esté totalmente seca, lijaremos algunas zonas para obtener el efecto decapado.

A continuación, debemos retirara los pomos antiguos para después ir colocando los nuevos. No obstante, antes de realizar esta operación, se tiene que aplicar una capa de barniz incoloro y, una vez que esté absolutamente seco, se pasa la lana de acero para lograr un notable efecto mate.

Por último, lo más complicado será instalar el lavabo para que funcione correctamente. Si uno no es capaz, deberá recurrir a un profesional o bien a un amigo que domine el tema.

Foto vía Elle

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