Con la llegada del buen tiempo y la primavera se tienen que guardar los abrigos, los edredones, las alfombras, el calzado, los guantes, las bufandas, etc. Debemos guardarlos de tal forma que no ocupen mucho espacio y queden bien doblados para volver a ser usados en el próximo invierno.
1º. La ropa de la cama:
Los edredones se guardan, se enrollan, nunca se doblan, y dentro de bolsas de telas. Las mantas y las colchas se doblan y se ponen en los pliegues antipolillas naturales. Antes de guardar todo ello, hay que lavarlas con poco jabón y sin suavizante.
2º. Las alfombras:
Las alfombras grandes se enrollan y se ponen bolsitas de tela con antipolillas. Y se guardan tumbadas, en vertical se deformarían. Las alfombras de pie de cama, si tienes sitio, están mejor extendidos. Cúbrelas con papel de periódico, cepilla los flecos y protégelos con papel de seda.
3º. Los abrigos:
Con los abrigos de plumas se hace como con los edredones. Además, se deben usar bolsas de extraer el aire, pero para colgar. Asimismo, se deben cerrar las cremalleras y abotónarlos para que no se deformen. También se pueden cepillar los de tela y lavar los pluma como los edredones.
4º. El calzado:
A las botas altas hay que ponerlas hormas y meterlas estiradas en cajas o colgarlas en perchitas. Los zapatos deben ser rellenados con papel u hormas, además se tienen que separar del a ropa y no amontonarlos.
5º. Los bolsos:
Hay que vaciar los bolsos y rellenarlos con papel de periódico para que no pierdan la forma. Luego, se guardan alienados en los estantes de los armarios o dentro de bolsas multiorganizadoras que se pueden colgar en la barra.
6º. Los guantes:
En los bolsillos de los abrigos se pueden meter guantes finos. Pero, antes, se lavan los guantes de lana y se da un poco crema nutritiva a los de piel. De este modo, se evitará que se seque en exceso, que se cuarteen con el calor y que les salgan arrugas.