En ocasiones, la habitación de los niños se ha quedado algo obsoleta y más bien aburre. Entonces, es el momento de ponerse en acción y hacerla mucho más divertido, darle un nuevo aire. Además, se puede aprovechar las cosas que con el trote se estropean.
Para ello, se deben poner en marcha una serie de ideas. Encima, se trata de ideas sencillas que cualquier puede llevar a cabo con un poco de paciencia y maña. Solo que hay que tener ganas y tiempo.
En primer lugar, se pueden forrar los cajones de la habitación infantil. En ocasiones, tiene arañazos, garabatos, manchas, … Entonces, se pueden vestir con papeles de colores. Se cortan según la medida del cajón, con unos centímetros de más para que se puedan doblar y los encuentros entre papeles queden bien. Quedan perfectos y dan nueva vida a los cajones.
Por otro lado, se puede transfomar una silla vieja en una cómoda y nueva mecedora. Se coge una de sus sillas de la habitación y se hacen los balancines. Se marca en ellos donde irán las patas y, con una broca del mismo diámetro, se hacen los agujeros, de unos dos centímetros de profundidad. Luego, se encolan las patas, se encajan y se deja que se seque la cola. Por último, se pinta de los colores que uno desee.
Y para completar la mecedora se dibujan en un papel las plantillas de los balancines y leugo se pegan sobre unos tablones de madera. Después, se recorta con una sierra de calar las siluetas y con ayuda de una lijadora, se elimina el papel y se suavizan las aristas.
Y la última idea es dar una nueva forma a una silla de la habitación. Se lija el acabado antigu, se da una imprimación y dos manos de pintura, mejor de color neutro. Finalmente, se decora con cintas adhesivas de papel dede arroz. Se deben sobreponer antes de sujetarlas con papel de celo para ver el efecto.
Foto vía Decora Decora
