Existen una serie de maneras para aislar la vivienda de una forma no demasiado onerosa, sino al contrario. A veces basta con aislar la pared más fría o más ruidosa en lugar de toda la habitación. Es más barato, pero igual de eficaz.
1º. Contra el ruido, las planchas de corcho:
Ya con el acabado, es fácl de poner (con puntas, sin cabeza, grapas, pegamento). Además, en vez de corcho se puede instalar placas de yeso laminado de 1,2 milímetros de grosor. Se ponen sobre perfiles atornillados a la pared y se puede pintar o empapelar encima.
Por otro lado, para no oír a los vecinos de arriba se puede poner un falso techo de 10 milímetros de grosor. Y para amortiguar ruidos como pisadas se puede optar por una alfombra gruesa.
2º. Pegar láminas antifrío en los cristales de la habitación:
Este tipo de láminas reduce la entrada y la salida de calor de la habitación. Son transparentes y adhesivas. Y para asegurar un cierre hermético de puertas y ventanas, se pueden colocar burletes.
Además, en la pared se puede dar una pintura aislante especial para retener el calor; con ello se reduce hasta un 30% el gasto en calefacción en el hogar. Se aplica con otra pintura y se limpia con agua y jabón. Si se quiere aislar mucho se puede probar a poner cortinas tipo foscurit, de tejido acrílico; frenan la pérdida de calor y además tamizan la luz.
3º. Poner un extractor y dar una pintura antihongos:
Se puede poner en el baño. Si está revestido con papel vinílico, que es impermeable, para evitar la condensación en la zona del lavabo se puede dar una pintura de antihumedad.
Asimismo, se puede colocar detrás del espejo una lámina eléctrica que lo calienta a 30 grados y evita la condensación. Encima, para renovar el aire se oculta un extractor tras la rejilla de ventilación. Y para las toallas, si siempre están húmedas, se puede instalar un radiador-toallero; mejor eléctrico pues no precisa obra.
Foto vía Hola.com
