En estos días navideños, se suele sacar mucho más la mantelería y por ello debe estar impecable en todo momento. Existen una serie de consejos para ponerla a punto y al mismo tiempo guardarla para el siguiente.

1º. Antes de la celebración:

Hay que sacar la mantelería unas tres semanas antes. Para planchar los dobleces, no hay que echar mano de un pulverizador, pues al mojarla se va a arrugando; se tiene que pasar un trapo húmeod por el doblez.  Si la mantelería está amarillenta se debe meter en la lavadora y añadir el cajetín de jabón tres o cuatro cucharadas de perborato, un blanqueante natural.

2º. Hora de recoger:

Tras una celebración es normal que haya manchas de vino, grasa, etc. En mantes de color neutro, se tienen que frotar estas manchas antes del lavado con agua caliente y jabón Lagarto. Con los manteles de color, se debe frotar suave, con sumo cuidado de no decolorar.

3º. ¿ Y si se ha quemado la mantelería?:

Pues depende del mantel, pero suele tener solución, incluso en los más delicados. En los bordados, se debe bordar encima y se acaba el agujero; si lleva encaje se puede poner un trozo lo más parecido posible, por ejemplo, aprovechar uno de los motivos de la servilleta.

4º. Lavar la mantelería lo antes posible:

De este modo, las manchas no se fijarán tanto. No hace falta planchar la mantelería. Eso sí, hay que guardarla en un sitio cerrado y cubierta con una tela azul; no se tiene que dejar pasar la luz y así no se amarillea.

5º. Plancha, la justa:

Para no hacer doblecece extras, se tiene que planchar según el tamaño y la forma del lugar donde se vaya a guardar. No se debe doblar cuando esté todavá caliente para que no se marque tanto el doblez. Así, se puede ir dejando la parte planchada estirada sobre sillas para que se vaya enfriando.

Foto vía OLX

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