Si uno está agobiado, necesita relajarse y precisa tomarse un respiro, una buena opción es montarse un spa en el hogar. Para ello se necesita el cuarto de baño, ganas de relajarte, unos cuantos elementos, una adecuada organización y un poco de maña.

El término «spa» sginifica «salud a través del agua». Ello convierte el cuarto de baño en el sitio idóneo para crear un ambiente de relajación, belleza y bienestar. Además, uno debe dejarse llevar.

En primer orden, hay que tener claro que el desorden pertuba, cansa y molesta. Por ello, hay que liberar espacio en el cuarto de baño y retirar los frascos de los lugares visibles. En su sitio, se pueden colocar unas flores aromáticas. Te ayudará mucho a relajarte.

Luego, hay que poner música tranquila como telón de fondo. Se puede recurrir a los clásicos, al chill-ou o bien sonidos de la naturaleza. Está comprobado de forma científica que reduce notablemente el nivel de ansiedad y facilita el relax.

A continuación, hay que dejarse acariciar por las burbujas del hidromasaje o por las pastillas de baño efervescentes. Después de un baño tibio, se aclara con agua fría con el fin de activar la circulación sanguínea por el cuerpo.

También las velas ayudarán a crear un ambiente cálido. Así, su luz tiene un efecto sedante; si están aromatizadas mucho mejor.

Por otro lado, hay que potenciar el olfato con varios aromas. El azahar, el geranio o el sándalo son relajantes. Asimismo, la albahaca, los olores cítricos o el jengibre son estimulantes.

Recomiendo secarte con una toalla dándose palmaditas por todo el cuerpo. Se deben hacer los movimientos de abajo a arriba, empezando por los pies. Esto estimula la circulación y da energía.

Por último, se puede tomar una onza de chocolate al acabar la sesión con lo que se liberará endorfinas, las hormonas de la felicidad.  Un pequeño capricho.

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