Las flores, además de dar color y alegrar nuestra casa, también la perfuman. En un hogar que huele bien da gusto entrar, visitarla y estar alí. Encima el buen olor sube el ánimo y consigue dar alegría en el hogar y en las personas.

Las flores aromáticas (lilas, jacintos, alhelíes, nardos, fresias, rosas, alchemilla, lílium, mimosa, etc.) liberarán mejor su perfume si el ambiente es cálido y húmedo; la sequedad es el peor enemigo del olor debido a que consigue que se evapore antes.

Muchas flores de campo y de jardín desprenden aromas y agradables, incluso días despues de ser cortadas, y aguantan muchos días en plena forma en un bello jarrón. Resultan ideales para perfumar nuestro hogar de forma absolutamente natural.

Por ejemplo, se puede elaborar un centro con lavanda, pie de león, rosa de pitiminí y alhelí pinchados en una espuma húmeda. Si se busca un aroma más clásico, se debe recurrir a las rosas; siempre se triunfan con ellas.

Basta un ligero toque de olor para aromatizar una habitación entera. Así que no resulta necesario que huelan todas las flores del centro o jarrón. Se pueden elegir las flores que más te gusten por su color o su forma, y combinarlas con una especi con olor en las mismas variedades de color. Además, podremos apostar por un centro decorativo con lo que lograremos un buen olor y un excelente elemento decoración. Doble éxito tanto para la vista como para el olfato.

También podemos conseguir un precioso jarrón con lilas las cuales perfuman intensamente. Basta con un pequeño ramo de lillas para lograr un olor agradable  y primaveral. Se debe echar agua destilada durante unas horas pues si no se estroperarán. Ademaás, no se debe colocar este jarrón en la mesa del comedor o la cocina debido a que su olor se mezclaría con el de la comida.

Foto vía La Comunidad

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