Cuando uno se pone manos a la obra en el hogar suele pasar que debemos repetir varias veces nuestro trabajo; no nos suele salir a la primera. Por ello, vamos a conocer una serie de trucos para conseguir que quede perfecto al primer intento. Así, se evitará que las baldas o los cuadros queden torcidos, que te falte pintura, que taladre sin sentido, etc.
1º. Baldas y cuadros que quedan rectos:
Para conseguirlo se tiene que usar un nivel: ponlo encima de un mueble o un marco y espera unos 40 segundos a que la burbuja se detenga. Si queda centrada, estará recto. De esta forma, se logrará la rectitud en baldas y cuadros.
2º. La elección de la pintura:
Hay que fijarse en su cubrición para ello se mira la clasificación en el bote. Cuanto mayor sea, más cubrirá y menos manos de pintura se tendrán que dar. También se tiene que mirar su lavabilidad: cuanto más lavable, más resistirá el frote con un paño húmedo.
Para saber cuanta pintura se precisa se debe calcular los metros cuadrados de las paredes y restar luego los de las puertas y las ventanas. El techo se mide aparte. Normalmente un litro de pintura da para pintar unos 10 metros cuadrados.
3º. Papel para empapelar la habitación:
Para calcular el papel que se necesita, como los rollos tiene unos 53 centímetros de ancho y 10 metros de largo, hay que medir el perímetro de la habitación, multiplicarlos por el alto de la pared (se deben descontar las puertas y las ventanas) y dividir entre 5.
4º. Taladrar azulejos:
Para que no se resquebrajen, se hace una señal y luego, con un punzón o la propia broca, se descascarilla un poco el esmalte o se pega un esparadrapo; así, la broca no se resbalará. Además, hay que evitar taladrar las uniones y las esquinas.
Foto vía Decoración 2.0