En el post de hoy, haciendo honor al verano de bricolaje, vamos a darle un toque diferente a una silla de madera que teníamos en casa, de las que son plegables. Si buscas una solución low cost para darle un toque diferente a tus sillas no dudes en seguir leyendo este post porque te lo explicamos paso a paso. ¡Comenzamos!

 

Materiales que necesitaremos: la silla en cuestión, nosotros hemos escogido una plegable de madera sin barnizar, una capa de imprimación, la pintura que deseemos aplicar y brochas o una esponja, vamos a explicar ambos procedimientos. Puede que alguno de vosotros se pregunte ¿Qué es eso de la capa de imprimación? Pues es una pintura que debe aplicarse sobre madera, paredes u otras superficies siempre que deseemos cambiar el color de la pintura o que ésta no sea absorbida por el material en cuestión. La capas de imprimación se pueden comprar en cualquier sitio de pinturas y se piden con ese nombre.

 

 

Bien, el primer paso es limpiar la silla para eliminar restos de polvo que pueda tener. Una vez limpia, le aplicamos la capa de imprimación, en nuestro caso hemos comprado una blanca y al agua (porque huele menos y en verano seca rapidísimo), ésta puede ser aplicada mediante brocha o mediante esponja, de este modo le daremos un toque diferente.

 

El procedimiento de pintura a la esponja es muy sencillo, sólo hay que comprar una esponja natural o sintética (el acabado será distinto con cada una) y  sumergir ésta en la cubeta de pintura, apretamos contra la pared de la cubeta que esté seca, para quitarle pintura y después nos disponemos a pintar la silla con ésta; es mejor que hagamos movimientos circulares, para conseguir un acabado envejecido.

 

 

La esponja nos da la posibilidad de crear una silla estilo antiguo, pues permite una pintura no uniforme de la silla. Pero si buscamos un acabado más clásico, siempre podemos hacerlo con brocha, eso sí, los pasos son los mismos, capa de imprimación primero y una vez seca, la pintura deseada después.