Una campana de la cocina es una parte clave en esta estancia. Hay que acertar en su elección. Una campana es como un traje hecho a medida: debe ajustarse a las necesidades de cada cocina. No cualquier campana vale para todos las cocinas.

En primer lugar, hay que fijarse bien si la cocina tiene salida de humos o no. Si no la hay, en vez de colocar una campana extractora (expulsa el aire al exterior) deber ser recirculación (lo limpia y lo devuelve). De estas campanas existen modelos que, debido a que no precisan tubo, se sujetan con cables y parecen como suspendidas. Su precio puede rondar los 2.000  euros.

Luego, hay que medir la placa. La campana debe medir lo que la placa más 10 centímetros a cada lado. Para calcular la potencia necesaria hay que saber los metros cuadrados que tiene nuestra cocina.

Si la campana es de extracción habrá que medir el tubo de evacuación y su diámetro; cuánto más largo, más potencia. Además, hay que contar el codo y anotar si es recto o curvo y así como si el interior es liso o rugoso. Finalmente, hay que ver si la salida de humos es comunitaria; en este caso, debería llevar válvula antirretorno.

Por otro lado, se debe analizar el espacio disponible en la cocina. Las campanas tradicionales de isla son voluminosas; si la cocina no es muy grande, hay campanas encastrables de techo o encimera. Los modelos de pared «roban» un mueble superior.

Además, si sueles cocinar alimentos pocos olorosos bastará con un modelo de campana con tres velociddes; si cocinas alimentos más olorosos, debes optar por una campana con cinco velocidades.

Finalmente, puedes elegrir entre muchos modelos con diferentes precios. Las principales marcas de electrodomésticos cuentan con una gran variedad de campanas de cocina.

Foto vía Decoración

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

dos × cinco =