Existen una serie de cabeceros de cama que pueden llegar a actualizar el dormitorio. Son soluciones muy prácticas, sencillas e imaginativas con las que se podrá redecorar, renovar y ganar más espacio de almacenaje.
1º. Un objeto especial para el cabecero:
Se puede ampliar una fotografía que te guste y hacer con ella un cabecero realmente personal. Seguro que todavía guardas ese cuadro que pintaste año atrás. Se puede rescatar y darle protagonismos decorando con la pared de la cama.
2º. Un pilar molesto para el cabecero:
Si un pilar impide poner un cabecero hay que integrarlo en una estructura de obra o de madear. Si se hace a media altura, además de servir como cabecero, la repisa se podrá usar como superficie de apoyo a las mesillas.
3º. Rentabilizar el espacio:
En vez de mesillas, se puede aprovechar los laterales de la cama con dos armarios. Entre ellos, se coloca una estructura de madera con repisa y se fija en ella dos lamparitas.
4º. Ampliación de los armarios:
Se puede sustituir el cabecero por una esctructura modular con estantes, puertas, … Si la habitación no es muy profunda, hay que recordar que 20 centímetros de fondo son suficientes par que tengan cabida los libros.
5º. Renovar el cabecero sin mucho dinero:
Se puede lograr. En primer lugar, se tiene que pintar la pared en una tonalidad oscura en constrate con las otras; luego, se coloca delante unos bimbos a juego con las mesillas de noche.
6º. Entelar el cabecero e integrarlo:
Se debe optar por tejidos que se limpien fácilmente para eliminar las posibles manchas del roce de la cabeza cad día. Para rebajar su peso visula, hay que elegirlo liso y en tonalidades acordes al de la pintura de la pared de la habitación. Quedará perfecto.
Foto vía El Blog de Onbra